lunes, 4 de julio de 2011

Democracia innecesaria.

De nada sirve la igualdad en comicios electorales si los mismos beneficiados -los ciudadanos- van a abstenerse de acudir a las urnas a votar.

El dia de ayer se festejaron elecciones en cuatro estados de la república mexicana para elegir a gobernadores y a representantes en la cámara de diputados y senadores en esos estados. Las cifras no fueron nada espectaculares tomando en cuenta el fenómeno del abstencionismo y el voto nulo que desde hace algunos años viene en aumento.

Según los resultados finales del PREP, el Partido Revolucionario Institucional se llevó la gubernatura en Nayarit, Coahuila y el Estado de México. Particularmente, en el este último estado, donde se respiraba mas tensión por el golpe mediatico que significaria la derrota o la victoria del partido del actual gobernador Enrique Peña Nieto para su carrera a la presidencia de la república, estos fueron los resultados de los votos emitidos:

Eruviel Ávila (PRI, Partido Verde Ecologista y Nueva Alianza): 62.14 %
Alejandro Encinas (Partido de la Revolución Democratica, PT y Convergencia): 21.34 %
Luis Felipe Bravo Mena (Partido Acción Nacional): 12.58 %

Pero al rededor del 57 % de los ciudadanos con derecho al voto se abstuvieron de hacerlo o lo anularon. Es decir, solo el 44 % o menos fueron quienes llenaron las casillas, mostrando el descontento y la antipatia de mas de la mitad de los ciudadanos del Estado de México.

Yo siempre he dicho que el abstencionismo solo le beneficia a los partidos que cuentan con la maquinaria del voto duro, es decir, a los partidos que siempre han gobernado México: el PRI y el PAN. El sueño de todo dictador es que los integrantes de la sociedad no acudan a votar. El único que gana es el que tiene el erario público de su parte y lo usa como le venga en gana, lo usa como lo han venido invirtiendo desde hace décadas sin datos positivos en la mejoría del confort social de los mexicanos y sin el aumento sostenido de la economía que tanto se necesita.

Vivimos en una nación con una democracia innecesaria, una democracia que no es aprovechada por la actual sociedad, aun infantil e ingenua y con la incomprensión de las nuevas necesidades que exigen las nuevas formas de interactuar entre los individuos.

sábado, 2 de julio de 2011